Publicada:09-03-2018

Niñas refugiadas, con menor probabilidad de cursar secundaria: Acnur

El organismo denuncia que la brecha de género es un fuerte impedimento para que las menores sigan estudiando, algo que no pasa con los niños. Las niñas refugiadas tienen la mitad de probabilidades de cursar la educación secundaria que los niños, a pesar de que constituyen la mitad de la población en edad escolar, según reveló el informe de Acnur. En un comunicado, la agencia destacó que para los menores refugiados «las puertas de la escuela son más difíciles de abrir» que para el resto de los niños y aún más para las niñas refugiadas, «que tienen mucho más complicado encontrar y mantener un sitio en clase». A medida que van creciendo, las niñas refugiadas se enfrentan a mayores niveles de marginación por lo que en la educación secundaria la brecha de género es mucho más amplia, destacó el informe. «La comunidad internacional debe reconocer la injusticia de negar educación a niñas y mujeres refugiadas. Encontrar soluciones a los retos que enfrentan dichas niñas requiere acciones en todos los ámbitos, desde el Ministerio de Educación nacional, hasta las instituciones de formación de profesores, pero también en comunidades y en las aulas», dijo el alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi. «Si descuidamos la educación de las menores refugiadas, las consecuencias se prolongarán por generaciones», afirmó el comisionado. Según el informe, las niñas tienen más posibilidades de ir a la escuela si sus padres pueden trabajar para mantener a sus familias. El estudio también sostiene que ninguna niña debe faltar a clase porque el trayecto sea demasiado largo o peligroso a la vez que debe estar protegida contra el acoso, el abuso sexual y el secuestro en su camino hacia el colegio. Asimismo, el documento considera que existe necesidad urgente de formar más profesoras mujeres, tanto en comunidades de refugiados como de acogida, para asegurar y promover mejores prácticas que protejan a las alumnas contra conductas que impidan que éstas asistan al colegio. Acnur también destacó que la educación de las niñas refugiadas las protege de la vulnerabilidad, de la violencia sexual, de embarazos prematuros y del matrimonio siendo menores, a la vez que las fortalece, ya que adquieren habilidades de liderazgo y autoestima. Según la Agencia, 61 por ciento de los niños refugiados tienen acceso a la educación primaria, ante la media internacional de 91 por ciento, mientras que a la educación secundaria sólo acceden 23 por ciento de niños refugiados, ante una media global de 84 por ciento.

elinformador.mx