22/03/19
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. Propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, a la salud humana y al medio ambiente.
El tema de este año 2019 es: «No dejar a nadie atrás», y consiste en garantizar la disponibilidad, la gestión sostenible y el saneamiento para todos.
Hoy en día millones de personas viven todavía sin ésta –en el hogar, la escuela, el lugar de trabajo, la granja, la fábrica– y luchan por sobrevivir y prosperar. A menudo, se olvidan los grupos marginados: mujeres, niños, refugiados, indígenas, personas con discapacidad y muchos otros. O bien, se les discrimina cuando intentan conseguir y gestionar la que necesitan. Cuando hablamos de «agua potable», precisa la ONU, nos referimos a la que se puede acceder en las viviendas, cuando se necesita y que no está contaminada.
En 2010, las Naciones Unidas reconocieron que este derecho como algo «esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos».
Vean el siguiente video: https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2019-03/dia-mundial-del-agua-2019-no-deja-a-nadie-atras-onu.html#play
Vatican News
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