27/03/2019
«El alimento no es propiedad privada, sino providencia para ser compartida, con la gracia de Dios»: en la catequesis del 27 de marzo el papa Francisco reflexionó en torno a la oración del Padre nuestro, en la que presentamos a Dios nuestras necesidades. Y «La primera es la del pan, que significa lo necesario para la vida: alimento, agua, casa, medicinas, trabajo…».
El Pontífice señaló que este «pedido urgente» que hacemos a Dios Padre, «muy parecido al de un mendigo», proviene de una evidencia que a menudo olvidamos, a saber, «que no somos criaturas autosuficientes, y que necesitamos nutrirnos todos los días».
«¡Cuántas madres y padres, aún hoy, van a dormir con el tormento de no tener suficiente pan para sus hijos al día siguiente!», exclamó el Papa; e invitó a imaginar esta oración recitada «no en la seguridad de un apartamento cómodo, sino en la precariedad de una habitación en la que uno se adapta, donde falta lo necesario para vivir».
El papa Francisco llamó a estar bien atentos al pedido que hacemos a Dios: Él «nos enseña a pedirlo no sólo para nosotros mismos, sino para la entera fraternidad del mundo». Esto porque «en mi hambre siento el hambre de las multitudes». Como aquel de los niños hambrientos en los países en guerra, en los países donde «no hay pan».
«Pensemos en los niños que están en países en guerra: los niños hambrientos de Yemen, los niños hambrientos en Siria, los niños hambrientos en muchos países donde no hay pan, en Sudán del Sur… Pensemos en estos niños y pensando en ellos digamos juntos, en voz alta, la oración: Padre, danos hoy nuestro pan de cada día».
vaticannews.va
Crédito de foto: Dave Domingues
Más historias
«Luce», la mascota del Jubileo 2025
Papa Francisco: «Estoy escribiendo una segunda parte de Laudato si’»
Después de la sequía