vaticannews

25/09/20

Amigo, amiga, a través de los diferentes momentos de nuestra historia, se nos relata cómo la humanidad ha vivido diferentes experiencias que han marcado al mundo. Hemos tenido momentos difíciles, o lo que comúnmente llamamos crisis, pero cuando las asumimos, se convierten en experiencias fuertes de aprendizaje que nos dejan grandes lecciones para recargar baterías y continuar nuestro recorrido por la vida.

Ahora, nuestro caminar nos exige imitar a Jesús de Nazaret, es decir, ser compasivos y solidarios. Hoy, Jesús, María y José nos enseñan la clave para entender la crisis; para transformar, no sólo nuestras vidas, también las de los demás. ¿Quién iba a creer que, desde un establo, con frío, con olor a estiércol, estos dos personajes ayudarían a entender y transformar el tiempo en el que estaban viviendo? No lo hicieron con violencia, sino con obediencia, humildad y decisión. Cuidaron ese ser que desde el vientre fue fecundo y, a nivel terrenal, lo envolvieron con lo que tenían.

No esperemos a tener grandes fortunas para cuidar lo que tenemos, desde lo que somos podemos ayudar a transformar las estructuras sociales en las que vivimos. Hoy, como ayer, no es con violencia, ni con armas químicas o biológicas, como lo plantean muchos gobiernos de esta época. Es con caridad humana, como lo hicieron los Reyes Magos, según el relato bíblico de la estrella de oriente.

Recordemos que, con lo que tenemos, podemos ser cuidadosos y aprender de la crisis para transformar nuestro camino y el de los demás. Esto es lo que algunos autores exponen como el cuidado de sí y de los otros, lo que implica, en palabras de Baden Powell «dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo hemos encontrado».

Esta es una actitud humana, evangélica y universal que, desde cualquier cultura, estamos llamados a cultivar para valorar desde lo que somos y transformar este pedacito de tierra que Dios nos ha regalado.

Con información de Vatican News