Fano

06/01/21

El Papa recordó en el rezo del Ángelus del 6 de enero que también nosotros, como los Magos de Oriente que llegaron a Belén para adorar al Hijo de Dios, «estamos llamados a dejarnos siempre fascinar, atraer, guiar, iluminar y convertir por Cristo. Es el camino de la fe, a través de la oración y la contemplación de las obras de Dios, que continuamente nos llenan de alegría y de asombro siempre nuevo», explicó el Obispo de Roma.

Y el papa Francisco planteó: «¿Cómo se difunde la luz de Cristo en todo lugar y momento? Sin duda, a través del anuncio del Evangelio y con el mismo “método” elegido por Dios para venir entre nosotros: “la encarnación, es decir, hacerse prójimo del otro, encontrarlo, asumir su realidad”».

«Sólo así la luz de Dios, que es amor, puede brillar en quienes lo acogen y atraer a los demás», dijo Francisco al hacer hincapié en que la estrella es Cristo, «pero también nosotros podemos y debemos ser la estrella, para nuestros hermanos y hermanas, como testigos de los tesoros de infinita bondad y misericordia que el Redentor ofrece gratuitamente a todos. También nosotros, como los Magos, estamos llamados a dejarnos siempre fascinar, atraer, guiar, iluminar y convertir por Cristo: es el camino de la fe, a través de la oración y la contemplación de las obras de Dios, que continuamente nos llenan de alegría y de asombro siempre nuevo», concluyó el Pontífice.

En la tradición mexicana, el 5 de enero, las niñas y niños escriben una carta a los Reyes Magos para pedirles algún juguete, libros, ropa o zapatos y dejan su carta dentro de un zapato debajo del árbol de Navidad. El día 6, se levantan temprano con la esperanza de encontrar algún regalo de Melchor, Gaspar y Baltasar; y por la tarde, en familia leen las lecturas bíblicas del día y comen una Rosca. ¡Feliz Día de Reyes!

Fuente: vaticannews.va