Veinte niños y jóvenes de Roma y Foligno estarán junto al papa Francisco en el Vía Crucis de este año, pero han sido muchos más los que han participado en la preparación de las meditaciones que cuatro de ellos leerán (y de los dibujos que las acompañarán) en una Plaza de San Pedro casi desierta, tal y como fue en 2020, en pleno confinamiento a causa de la primera fase de la pandemia del Covid-19.
Otros 40 estarán entre el público “presente” en la zona del atrio de la Basílica Vaticana. Representarán a los 500 niños de la catequesis de Primera Comunión y Confirmación de la parroquia romana “Santi Martiri dell’Uganda”; así como a los 145 scouts, de varios grupos pertenecientes a los scout Agesci “Foligno I”, sin olvidar a los 30 menores de la casa familiar romana “Tetto Casal Fattoria” y a los ocho pequeños, de entre 3 y 8 años, de la casa “Mater Divini Amoris”.
Todos han participado en la elaboración de los textos y dibujos que nos ayudarán a revivir, con el Papa, la Pasión y muerte de Jesús.
Sufrimiento de Jesús al ver a su madre bajo la cruz
“Me llama la atención sus reflexiones sobre el encuentro de Jesús con su madre, es un momento que impresiona a muchos”, dice don Luigi D’Errico, párroco de la iglesia del barrio Ardeatino. «Un pequeño escribió: “Cuánto debió sufrir Jesús en la cruz al ver, debajo de él, a su madre llorando”. Es una reacción comprensible, porque tienen una profunda relación con sus padres».
“El miedo a ser abandonado como Jesús”
En tiempo de pandemia –continúa explicando don D’Errico, que también es referente de la pastoral de las personas con discapacidad en el Vicariato de Roma– “nuestros niños de las catequesis se han visto muy afectados por el riesgo de enfermar y quedarse solos”.
También a través del Vía Crucis vieron que “Jesús fue abandonado, se quedó solo. Sólo estaba su madre y unos pocos más, ciertamente no sus amigos más cercanos”. Entre las clases de la escuela a distancia y los encuentros de catequesis en la plataforma digital Zoom –dice don Luigi– es importante que hayan participado “en esta preparación y luego en el Vía Crucis”, aunque muchos lo hagan sólo a través de la televisión, “porque significa, precisamente, no estar abandonados, no estar solos”.
Entre los jóvenes, 4 lectores y 8 portadores de la Cruz
Junto a los cuatro lectores (uno por cada institución educativa implicada) –añade don D’Errico– con el Papa habrá ocho jóvenes portadores de la cruz y ocho que sostendrán antorchas a lo largo del recorrido de las 14 estaciones, que como en 2020, trazarán un círculo alrededor del obelisco de la Plaza de San Pedro.
La diferencia con el año pasado será que esta vez, junto a Francisco, no habrá médicos y enfermeras que trabajan en primera línea en la lucha contra el Covid-19, ni un ex detenido, un capellán de la cárcel y algunos guardias de la prisión; sino los niños de la catequesis de Don Luigi, algunos scouts de Umbría y los niños y adolescentes de dos hogares de acogida romanos.
Crédito de la nota: Vatican News
Más historias
Acutis y Frassati, el millenial y el estudiante que serán santos en el Jubileo
Escuelas en riesgo por los desastres naturales en Filipinas
Pakistán: hacia la beatificación del joven Akash Bashir