“Ve y repara nuestra casa”. Siguiendo las huellas de San Francisco de Asís, el próximo martes 13 de abril comienza el nuevo curso de Animadores Laudato si’. Formados por el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCC), con unos 17 mil en todo el mundo: lo que tienen en común es que han hecho suya la encíclica del Papa Francisco de 2015, sintiendo “fuerte en su interior el grito de los pobres y de la tierra”, explica Cecilia Dall’Oglio, directora asociada de los programas europeos del Movimiento Católico Mundial por el Clima.
Se trata de personas implicadas en su mayoría en actividades parroquiales, asociativas y religiosas, pero también de quienes sienten el llamado a la ecología integral de forma particular, poniéndose al servicio de sus propias comunidades.
Cuatro sesiones en línea
“El número de animadores en el mundo ha crecido de año en año: el programa de formación que se pone en marcha estos días -explica el representante del GCCM- se organiza en inglés, español, portugués, polaco, italiano y también estamos experimentando con el francés”. El curso de esta primavera, en línea debido a las restricciones causadas por la pandemia, se lanza simbólicamente desde Asís: consta de cuatro sesiones de una hora hasta el 4 de mayo, con un cuestionario de evaluación al final de cada encuentro virtual.
También está prevista una actividad con motivo de la clausura del Año Especial del Aniversario de la encíclica del Pontífice, que finalizará el 24 de mayo, y del Tiempo de la Creación 2021 (del 1 de septiembre al 4 de octubre), cuyo tema será “¿Un hogar para todos? Renovar el oikos de Dios”.
El sentido de la participación
La característica de este nombramiento, cuyas inscripciones cierran el 9 de abril, es la realización “en fuerte asociación”, explica Cecilia Dall’Oglio.
“El curso está promovido por el Movimiento Católico Mundial por el Clima que, de hecho, ya es una alianza de organizaciones católicas, pero lo llevamos a cabo con realidades particulares. Me gustaría poner el ejemplo de la Asociación Papa Juan XXIII: uno de los responsables, Edoardo Barbarossa, durante la última reunión con los socios subrayó el valor fundamental que supuso para su realidad la participación en el curso Animadores Laudato si’ del año pasado, destacando cómo la conversión ecológica está renovando su vocación y señalando que ya han participado cien miembros de la comunidad.
Todos ellos subrayaron la importancia de cruzar historias con otras personas con las que, de otro modo, nunca se habrían encontrado”.
Compromiso con los migrantes climáticos
La acción del Movimiento Católico Mundial por el Clima continúa. El 22 de abril es el Día de la Tierra, a finales de mayo celebramos la clausura del año especial de aniversario de Laudato si’, luego el Tiempo de la Creación. El GCCM, “gracias al equipo africano, está muy implicado en las campañas contra el expolio de los recursos de los países más pobres y por la corresponsabilidad de toda la familia humana, también con vistas a la cumbre de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad y la nueva Cop sobre el clima”, informa Cecilia Dall’Oglio.
En particular, durante el Tiempo de la Creación, continúa, “estaremos comprometidos en la oración y la acción, en unión con las realidades que se ocupan de los desplazados climáticos, los refugiados y los migrantes aquí en Italia.
Este año, la Red Social Jesuita Italia y los Scalabrinianos también promueven el curso, para estar aún más cerca de quienes en nuestros países llevan el rostro humano de la crisis climática: son los más afectados por los efectos desastrosos del cambio climático, pero también son las poblaciones que menos han contribuido al calentamiento de la tierra, como nos recordó el Papa en el prefacio de las últimas Orientaciones Pastorales para los Desplazados Climáticos.
Y este será otro compromiso para nosotros, también a nivel ecuménico: el de promover eventos, pero sobre todo procesos y oraciones para construir la casa de todos”.
Crédito de la nota: Vatican News.
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