«La degradación y destrucción de nuestro ecosistema son aterradoras» denuncian los obispos de la República Centroafricana en el mensaje publicado al término de su primera Asamblea Plenaria de este año.
Los obispos subrayan que los recursos naturales de su país están siendo expoliados por «extranjeros con la complicidad de algunos de nuestros compatriotas». Al tiempo que piden «de todo corazón, transparencia en torno a los acuerdos entre la República Centroafricana y los socios y países extranjeros».
La explotación desenfrenada de los recursos naturales de la República Centroafricana también se ve favorecida por la crisis de valores morales, otro de los males que aquejan al país como se recuerda en el mensaje: «La corrupción, el enriquecimiento ilícito, la mala gestión, la incompetencia y la falta de ética profesional en algunos servicios del Estado, el abuso de autoridad y la injusticia, son síntomas que ponen de manifiesto la crisis de valores morales».
Una crisis moral que, como subrayan los obispos, afecta a los niños explotados por «adultos deshonestos que, fuertes por su estatura y posición social, se aprovechan de la ingenuidad de los niños y los explotan con fines sexuales, hipotecando así su juventud y su futuro».
En septiembre, la ONU ordenó la retirada de unos 450 soldados gaboneses de su fuerza de paz en la República Centroafricana, tras las denuncias de explotación y abusos sexuales investigadas por el gobierno de Libreville.
Además del oro, los diamantes y la madera, que son los recursos más explotados, la República Centroafricana es rica en casiterita, hierro, manganeso, cobre o las llamadas tierras raras, componentes indispensables para la economía digital y «verde».
Crédito de la nota: Agencia Fides.
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