21 noviembre, 2024

El Papa a seminaristas: Conviértanse en signos vivos de Jesús en el mundo

Al recibir en audiencia a la comunidad del seminario diocesano «Saint Mary's» (Santa María) de Cleveland, Estados Unidos, el papa Francisco indicó tres características del proceso sinodal que también son esenciales para la formación de los futuros sacerdotes y los exhortó a ser siempre «signo de una Iglesia en salida».

«La escucha, el caminar juntos y el testimonio marcan el camino sinodal de la Iglesia y también su camino hacia la ordenación sacerdotal», afirmó el papa Francisco al recibir en audiencia en el Vaticano, a la comunidad del seminario diocesano Saint Mary’s de Cleveland, llegado a Roma desde Ohio, con motivo de su 175 aniversario de fundación.

Una visita al «corazón de la Iglesia, que es ocasión propicia para dar gracias a Dios por el gran número de sacerdotes formados por su institución a lo largo de estos años», inició el Pontífice en su discurso a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, profesores y personal del seminario, presentes en la Sala Clementina.

«También me complace saber que el seminario sigue respondiendo a las necesidades actuales de la Iglesia, educando y formando a diáconos y ministros laicos para ayudar a los miembros del pueblo santo de Dios a vivir su llamada a ser discípulos misioneros», añadió, remarcando que esta llamada «adquiere cada vez mayor importancia a la luz del camino sinodal que toda la Iglesia ha emprendido».

Con ellos, Francisco compartió algunas breves reflexiones sobre tres características del proceso sinodal que «también son esenciales para su formación como futuros sacerdotes y ministros del Evangelio».

La importancia de «escuchar» lo que el Señor quiere decir

La primera característica indicada por el Papa fue «la escucha, especialmente del Señor». Francisco exhortó a dar espacio cada día al Señor, a meditar su palabra y «a encontrar luz para nuestro camino con la ayuda del acompañamiento espiritual y, sobre todo, a pasar tiempo con Él en oración, escuchándole en silencio ante el Tabernáculo».

«No olviden nunca la importancia de ponerse ante el Señor para escuchar lo que Él quiere decirles. En efecto, escuchar la voz de Dios en el fondo de nuestro corazón y discernir su voluntad es indispensable para nuestro crecimiento interior, sobre todo cuando nos enfrentamos a tareas urgentes y difíciles».

Caminar siempre con el rebaño

Con respecto a la segunda característica del camino sinodal, el  «caminar juntos», el Papa indicó a los seminaristas cómo vivir la comunión en su periodo de formación sacerdotal.

«Su tiempo de formación en el seminario es una oportunidad para profundizar en el espíritu de comunión fraterna, no sólo entre ustedes, sino también con su obispo, con el presbiterio de la Iglesia local, con los fieles consagrados y laicos, así como con la Iglesia universal. Debemos reconocernos como parte de un único gran Pueblo que ha recibido las promesas de Dios como un don, no como un privilegio».

Francisco añadió que la vocación «es un don que hay que poner al servicio de la edificación del cuerpo de Cristo», recordando la característica del buen pastor que camina con el rebaño: «a veces delante, para mostrar el camino; a veces en medio, para animar, y a veces detrás, para acompañar a los que más luchan. Recuerden siempre que es importante caminar con el rebaño, nunca separado de él», insistió.

Sacerdotes signos de una Iglesia en salida

Por último, la tercera característica: el testimonio. «Escuchar a Dios y caminar junto a los demás da fruto al convertirnos en signos vivos de Jesús presente en el mundo», afirmó el Obispo de Roma. «Que sus años en el seminario los preparen para entregare completamente a Dios y a su pueblo santo, en el amor célibe y con un corazón indiviso», añadió, recordándoles también que «la Iglesia necesita su entusiasmo, su generosidad y su celo para mostrar a todos que Dios está siempre con nosotros, en toda circunstancia de la vida». 

«Rezo para que, en las diversas formas de apostolado educativo y caritativo en las que ya están comprometidos, sean siempre signo de una Iglesia en salida testimoniando y compartiendo el amor misericordioso de Jesús con todos los miembros de la familia humana, especialmente con los pobres y los necesitados».

En la conclusión de su discurso, el Papa expresó su confianza en que el camino de formación en el seminario «les permita crecer en el amor fiel a Dios y en el servicio humilde a los hermanos».

Crédito de la nota: Vatican News.