24 noviembre, 2024

La historia de un hogar creado para salvar niños

En ciertas zonas de Ghana, un niño puede tener la culpa de una enfermedad o discapacidad, o una muerte repentina o una mala cosecha. Se les acusa de brujería y traen mala suerte por lo que deben ser abandonados. Contra estas prácticas se enfrenta la hermana Stan Terese Mumuni, y su Hogar de Nazaret para los Hijos de Dios.

La hermana Stan nació en Bawku, en el norte de Ghana, y tras hacerse religiosa en 1994, tuvo diversos destinos misioneros en África Occidental. Tras volver de Nigeria y con el respaldo de la diócesis de Yendi, se enfrentó a una práctica local verdaderamente preocupante: el asesinato ritual de los niños que nacen con alguna deformidad física, una discapacidad o incluso una anomalía, como el hecho de ser gemelos. Encontró una casa que estaba a medio levantar y ahí creó un hogar temporal. Tenía experiencia de su tiempo en Nigeria dando la oportunidad a chicos y chicas de aprender costura, cocina y repostería para obtener ingresos. Consiguió que voluntarios y algunos trabajadores comenzaran a producir ropa, comida, pasteles y pan para generar ingresos y apoyar la educación y el futuro de los niños. Y empezó a recogerlos ella y las hermanas de su congregación.

Son las Hermanas Marianas del Amor Eucarístico, fundadas por ella misma, y de la que es Superiora, por lo que otra de sus preocupaciones es el bienestar físico y espiritual de las novicias y hermanas profesas que están a su cuidado. La congregación es tan joven que su convento se inauguró en 2020. Las hermanas dieron prioridad al orfanato del Hogar para los niños, que se terminó en 2014, el alojamiento para voluntarios llegados de todo el mundo, en el 2016, y la ampliación de los dormitorios de los niños. La siguiente fase ya en marcha es el colegio de primeria y secundaria.

Todo ello siempre teniendo en cuenta que una de las principales misiones de esta congregación es el cuidado de los «niños-brujo». También se les conoce como «niños-espirituales», pequeños que en el mejor de los casos son abandonados por las calles o en el monte. Para ellos se creó este Hogar de Nazaret para los Hijos de Dios, donde actualmente hay acogidos más de 100 niños que las hermanas cuidan día y noche. Les dan un hogar y la oportunidad de ser finalmente un niño, además de que se les anima a descubrir sus propias capacidades, tienen la oportunidad de ir a la escuela y recibir una educación.

«Los niños se sienten solos, sin importancia y sin valor», explicaba la hermana Stan a las Obras Misionales Pontificias de Alemania, «nosotras estamos aquí para mostrarles que les vemos, que Dios te ha querido exactamente como eres».

Crédito de la nota: OMPRESS.