El pensamiento fue, una vez más, para la «querida y martirizada» Ucrania: «Que tanto sufre… tanto sufre», dijo el Papa tras la catequesis de la audiencia general de los miércoles, exhortando a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro a «rezar más» por el país atacado desde hace más de un año.
Entre los fieles se encontraban también los jóvenes de «Rondine», la asociación toscana cuya Cittadella della Pace, a orillas del Arno, ha acogido a lo largo de los años a miles de chicos y chicas de diferentes culturas, nacionalidades y religiones, que han aprendido la cultura y la práctica del diálogo.
El ejemplo de los jóvenes
Acompañados por monseñor Andrea Migliavacca, en el grupo presente este 31 de mayo en San Pedro también había diversos jóvenes rusos y ucranianos. El Papa los miró, y les dirigió «un pensamiento agradecido porque viniendo de Ucrania y de Rusia y de otros países en guerra, han decidido no ser enemigos, sino vivir como hermanos».
«Que su ejemplo inspire intenciones de paz en todos, incluidos los que tienen responsabilidades políticas».
«Esto debe llevarnos a rezar más y a estar cerca de la querida y martirizada Ucrania que tanto sufre», añadió el papa Francisco hablando espontáneamente.
Oración a María
De nuevo por Ucrania, el Papa rezó al final de la audiencia, encomendando al pueblo a la intercesión de la Virgen María.
Dirigiéndose como de costumbre a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados, Francisco les recordó que «hoy, último día del mes de mayo, la Iglesia celebra la Visitación de María a su prima Isabel, por la que es proclamada Bienaventurada porque creyó en la palabra del Señor. Mírenla e imploren de ella el don de una fe cada vez más valiente», dijo Francisco.
A su intercesión maternal encomendamos a todos los probados por la guerra, especialmente por la querida y martirizada Ucrania que tanto sufre.
Crédito de la nota: Vatican News.
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