25 noviembre, 2024

El Sínodo visto por los obispos de los territorios de primera evangelización

«Aguardamos con entusiasmo los frutos de este Sínodo, de los temas de los que hemos hablado y debatido en estos meses de preparación. Tenemos el deseo de comprender juntos cómo la Iglesia puede tener un mayor impacto en la vida de las personas. La Iglesia no es una ONG, la Iglesia se ocupa de las necesidades espirituales».

Así lo expresa monseñor Joseph Mary Kizito, obispo de Aliwal en Sudáfrica, uno de los más de 100 nuevos obispos de los territorios de primera evangelización que han participado en el curso de formación que se les ha dedicado bajo el lema «Vivir la misión episcopal en una Iglesia sinodal». La Agencia Fides se ha reunido con algunos de ellos en esa ocasión y hemos recogido extractos de sus entrevistas sobre la experiencia del camino sinodal en sus respectivas diócesis.

«En los dos últimos años, durante el proceso sinodal, hemos abordado el problema de la Scientology», explica monseñor Kolio Etuale, obispo de la diócesis de Samoa-Pago Pago en las islas de las Samoa Americanas. «Nos lo tomamos muy en serio porque la imagen de nuestra iglesia es la que quiere Jesús. Lo que estamos haciendo ahora en este tiempo sinodal son reuniones en las que hemos estado hablando con nuestra gente sobre la importancia de ser cristianos, lo que la iglesia representa hoy y cómo vivir este viaje espiritual. Estamos caminando juntos con jóvenes, con ancianos, con diferentes historias de vida».

Haciéndose eco de estas palabras, monseñor Christian Carlassare, obispo de Rumbek, en Sudán del Sur, describe el camino sinodal «como una oportunidad de acercamiento especialmente con las comunidades comprometidas, los laicos, los catequistas, que a menudo son dejados de lado; a pesar de que trabajan tienen poco espacio para la toma de decisiones». Un camino que ha culminado en la Asamblea Diocesana, de la que monseñor Carlassare dice: «Hemos reconocido la formación de los agentes pastorales laicos, la formación del clero y de los seminaristas, el papel de la comunicación en la diócesis, la importancia de la pastoral juvenil, que es central para nosotros porque el 80 % de nuestros cristianos son jóvenes y adolescentes y buscan en la Iglesia un lugar donde poder expresarse».

Para monseñor Simon Kim Jon-Gang, obispo de Cheongiu (Corea del Sur), la preparación del Sínodo ha sido muy importante, y explica: «Hemos comprendido mejor la naturaleza de nuestra Iglesia coreana, nuestros fieles se sienten reconfortados por la idea de que todos somos misioneros».

Crédito de la nota: Agencia Fides.