No es raro que coincidan, puesto que las dos conmemoraciones se fijan de acuerdo a un calendario lunar. La Cuaresma es tiempo de ayuno y penitencia, mientras que el Año Nuevo es tiempo de celebración alegre.
«El Miércoles de Ceniza de este año (14 de febrero, quinto día del primer mes lunar)», dice la nota publicada por la diócesis de Shanghai, «cae durante la festividad de la Fiesta de la Primavera, por lo que, según la costumbre, los creyentes están exentos de ayunar ese día, pero aún tienen el deber de cumplir con sus obligaciones. La abnegación y la penitencia pueden hacerse de otras formas».
«Durante la Cuaresma, los creyentes han de orar más, hacer penitencia y atender las necesidades de quienes los rodean. Cada parroquia celebrará una liturgia del Miércoles de Ceniza ese día. Por favor preste atención a la notificación de cada parroquia para el horario de la misa».
El pasado 31 de enero, los sacerdotes y religiosos de la diócesis tuvieron una especial celebración con motivo del Año Nuevo. Más de 170 se reunieron para una comida fraterna en la que el obispo de la diócesis, monseñor Joseph Shen Bin, les dio las gracias por su labor y dedicación a la evangelización y deseó que «en este próximo año, bajo la guía del Espíritu Santo, todos los sacerdotes y fieles trabajen unidos, avancen en unidad y escriban un nuevo capítulo de evangelización y santidad de la Iglesia en Shanghai».
También se envió un saludo de Año Nuevo por parte de todos los presentes a todos los hermanos y hermanas en Cristo, deseando «que tengan siempre la paz de Dios en el Año Nuevo y estén siempre acompañados por Jesucristo en sus vidas. Deseamos también a nuestra patria paz y prosperidad, y deseemos al catolicismo de Shanghai un mañana cada vez mejor. ¡Feliz año nuevo!».
Crédito de la nota: OMPRESS.
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