«Nací en un pueblo cristiano rodeado de pueblos musulmanes», relata Lea. «Cuando conocí a mi esposo, oficial del ejército libanés, descubrí entre sus compañeros un vínculo extraordinario: lo importante era la persona, no su religión».
Inspirada por esa experiencia, tras la muerte de su marido, Lea decidió dedicarse a apoyar a las familias de los soldados fallecidos, sin distinción de credo.
«Nuestra fe nos enseña a amar y ayudar a todos», afirma. «Este es el mensaje que queremos transmitir, el que la Iglesia nos ha enseñado y el que representa el papa Francisco: fe, esperanza y acogida del otro. En estos tiempos, necesitamos su voz clamando por la paz».
Desde 2015, Lea dirige un coro que comenzó como un homenaje a los padres de estos jóvenes en el Día del Padre en Líbano. Hoy, el grupo utiliza la música como un medio para sanar heridas, superar traumas y compartir su historia con el mundo.
Lo que comenzó como un coro de 80 jóvenes que cantaban en árabe se ha convertido en un proyecto internacional gracias al apoyo de la United Nations Interim Force in Lebanon (UNIFIL). Hoy, el coro interconfesional, que reúne a jóvenes de diferentes credos religiosos, interpreta canciones en árabe, italiano, inglés, francés y español.
En las próximas semanas, el coro se embarcará en un significativo viaje a Italia, donde 15 jóvenes procedentes de diversas regiones del Líbano ofrecerán conciertos en Roma, en un hospital, y en Forlì con el apoyo de Alessandro Salvi, de la Orden de los Caballeros de Malta, que apoya a la asociación de Lea desde hace años y ayuda a chicos libaneses huérfanos a estudiar en Italia.
«Este viaje es un símbolo de resistencia», señala Lea, destacando los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes al atravesar carreteras peligrosas para llegar al aeropuerto. Sin embargo, el entusiasmo de quienes los esperan en Italia les infunde valor.
«En estos momentos, es crucial cantar por la paz y decir basta: merecemos vivir en paz. Hemos hecho tantos sacrificios, vivido guerras y sufrimientos. Ahora es el momento de reconstruir nuestro país con un Estado fuerte, donde todos seamos iguales ante la ley», afirma Lea con determinación.
Durante uno de los últimos conciertos, Lea ha declarado: «Cantar es nuestra plegaria por la paz. Incluso con dolor en el corazón, queremos demostrar que es posible llevar un mensaje positivo al mundo. Nuestros chicos no sólo cantan, sino que cuentan a través de la música sus vidas y los sacrificios de sus padres».
Para ella y su coro, cantar no es solo arte, es una forma de oración. «Cuando cantamos –explica Lea– es como una plegaria. Es nuestra manera de alzar la voz y llevar un mensaje al mundo: hemos hecho tantos sacrificios para vivir en paz. Este es nuestro deseo y nuestra plegaria».
«Líbano es un país pequeño, pero lleno de belleza y hospitalidad. Esperamos que nuestros amigos de todo el mundo puedan ser nuestra voz para ayudar a que este país viva por fin en paz», expresa Lea con esperanza.
El coro no sólo lleva sus notas musicales, sino también un poderoso testimonio de amistad, resistencia y fe, que se espera resuene más allá de las fronteras italianas e inspire esperanza para el futuro del Líbano y del mundo.
Crédito de la nota: Agencia Fides.
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