4 diciembre, 2024

No olvidemos a los niños atrapados en la violencia

Haití está sumido en una pobreza extrema que deja a muchos padres demasiado pobres para alimentar a sus hijos. Por desesperación, estos menores son atraídos por pandillas que les ofrecen comida y dinero, sólo para encarcelarlos en un ciclo interminable de violencia. Gaby Breton, directora humanitaria y de alianzas de Save the Children Haití: «Salir es casi imposible. Niños víctimas sin voz, la comunidad internacional debe actuar ante todo por ellos».

En una entrevista con medios vaticanos, Breton explica que la crisis económica que Haití enfrenta desde hace décadas ha llevado a la pobreza extrema, dejando a la gente cada vez más vulnerable. «Esto crea las condiciones perfectas para el reclutamiento de pandillas. Cuando no hay oportunidades y la economía colapsa, las pandillas expanden sus territorios. Ahora controlan casi el 85 por ciento de la capital». ¿Y qué significa vivir en una ciudad dirigida por pandillas? «Es un ciclo interminable de violencia», dice Gaby Breton. Como siempre, los niños son las principales víctimas. Más de 150 pandillas controlan y expanden sus territorios y el reclutamiento de niños ha aumentado en un 70 por ciento en el último año. Estos niños no tienen otra opción.

¿Por qué se reclutan niños?

Breton explica que más de 700 mil personas han sido desplazadas de la capital de Haití, Puerto Príncipe. Para escapar de la violencia, los niños y sus familias suelen buscar refugio en las escuelas. «Pero cuando estas familias desplazadas se refugian en las escuelas, los niños que asistían a ellas ya no pueden estudiar porque las escuelas están superpobladas». Cientos de miles de menores no van a la escuela, que antes era la única certeza de recibir comida. En este círculo vicioso creado por la falta de educación y oportunidades económicas, mientras las familias luchan por ganar dinero y encontrar comida, los niños terminan siendo reclutados. «Las pandillas a menudo atraen a los niños con comida o pequeñas sumas de dinero para que actúen como espías o les proporcionen información. Esta es una forma de que los niños sobrevivan», explica la representante de Save the Children.

En la desesperación, la esperanza

A pesar de los inmensos desafíos que enfrentan los haitianos, están surgiendo rayos de esperanza de los esfuerzos de las Organizaciones locales e internacionales. Programas como los de Save the Children, junto con otras organizaciones locales, están marcando la diferencia en este contexto de desesperación. Breton ilustra la ayuda brindada, empezando por espacios seguros para maestros y niños y apoyo psicológico para las víctimas, incluidas mujeres y niñas que han sufrido violencia sexual. También trabajamos para prevenir el reclutamiento de pandillas a través de iniciativas comunitarias. Estos esfuerzos de base son un testimonio de la fuerza y ​​determinación del pueblo haitiano, que se niega a permitir que la violencia defina su futuro.

Crédito de la nota: Vatican News