21 diciembre, 2024

Francisco a los jóvenes: no a los trabajos humillantes, tengan sueños y metas

En el mensaje dirigido a los participantes en la tercera edición del «LaborDì», promovido por la Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos (ACLI), el Papa insta a las nuevas generaciones a no ceder a contextos profesionales «contaminados», donde es normal «hacer que todo salga bien», «sólo para obtener "prestigio social" o "dinero"». La fría «actuación» de las máquinas siempre irá acompañada de la creatividad y la «imaginación» humanas.

Una invitación a no ceder ante peticiones que «humillan», que muchas veces hay que obligarse a «hacer bien» para abrirse camino en un contexto, el del mundo del trabajo, «contaminado» por modelos difíciles de aceptar. Modelos en los que el prestigio social y el dinero parecen ser los únicos objetivos. Ambientes en los que el «rendimiento» de las máquinas «no lo es todo», y donde es imprescindible apoyar «la imaginación con la que Dios nos hizo a todos diferentes».

«Somos “piezas únicas”, ayudémonos unos a otros a recordarlo», es la exhortación que el papa Francisco reserva a los participantes en la tercera edición de «LaborDì», el proyecto destinado a «promover y poner el trabajo decente en el centro» organizado por la Asociación cristiana de trabajadores italianos (ACLI) de Roma.

«Quizá el trabajo les ha parecido hasta ahora un problema de adultos. Como anciano obispo de Roma, quisiera decirles: ¡no es así!», explica Francisco, destacando el compromiso y la energía necesarios para el crecimiento de la nuevas generaciones. Cada uno puede «haber desperdiciado buenas oportunidades», pero no debe cansarse nunca de salir de sus «guaridas»: esos refugios construidos cuando surgen «confusión y amenazas».

El corazón, «lugar de las decisiones», donde «surgen los sueños»

El Papa recuerda la imagen de la obra, propuesta durante la segunda edición de «LaborDì», también familiar para las obras con vistas al Jubileo. Este año, sin embargo, nos invita a reflexionar sobre el corazón. Éste, presente «también en los mensajes que se intercambian cada día», es en la Biblia «el lugar de las decisiones», donde «nacen las aspiraciones», «nacen los sueños», «las resistencias se hacen sentir» y «la pereza».

Finalmente, Francisco agradece a los adultos presentes, invitándolos a no doblegar a los jóvenes «a las razones de la existencia». «No corrompamos la novedad», añade, instándonos a introducirlos paso a paso «a los largos tiempos e incluso al peso de las responsabilidades», confiando «en lo que se siembra en sus corazones». Ahí germina «la obra que no aliena, sino que libera».

Crédito de la nota: Vatican News