«Teniendo en cuenta las numerosas instituciones sanitarias que están bajo el patrocinio de la Iglesia católica, especialmente en las zonas con riesgo de malaria, la nueva vacuna contra la enfermedad endémica será de gran interés para la Iglesia local africana». Así lo ha escrito el P. Robbin Kamemba, superior general de la Sociedad para las Misiones Africanas (SMA) en Kenia.
El misionero ha precisado que por el momento la Conferencia Episcopal de Kenia (KCCB) aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el asunto, «será preocupación de todos nosotros seguir de cerca la evolución de la campaña de vacunación contra la enfermedad en nuestro continente».
El comentario del padre Robbin se produce una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciara que aprobaría la administración a gran escala de la única vacuna aprobada hasta la fecha contra la malaria el 6 de octubre de 2021.
«Un regalo para el mundo, pero especialmente para África», el continente que ha sufrido más que otros esta enfermedad parasitaria, había dicho en la ocasión el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Esta es una vacuna desarrollada en África por investigadores africanos y estamos orgullosos de ella», añadió.
El superior de la SMA recuerda que 10 mil 700 personas mueren cada año en Kenia a causa de la malaria. Se trata de un importante avance médico. Miles de vidas pueden cambiar y salvarse gracias a esta vacuna.
El médico tropicalista Giovanni Putoto, jefe de programación e investigación operativa de Médicos con África Cuamm, una de las instituciones sanitarias católicas más comprometidas con el continente, ha confirmado la fiabilidad de la vacuna. «Tiene una eficacia del 30% en la reducción de los casos graves de paludismo, es decir, los que conducen a la muerte, pero aumenta hasta el 70% si va acompañada del uso de mosquiteras y la administración de fármacos. En algunos contextos como el de Uganda, donde estamos presentes, cada niño tiene una media de 6 a 7 ataques de malaria al año, es decir, corren el riesgo de morir 6 o 7 veces al año», ha explicado el médico.
Desde el lanzamiento de los programas piloto contra la malaria en 2019, se ha llegado a más de 800 mil niños con al menos 1 dosis en los 3 países (Ghana, Kenia y Malaui) que lideran la introducción de la vacuna en zonas de transmisión seleccionadas. Hasta la fecha, se han administrado más de 2,3 millones de dosis.
Una de las zonas de alta incidencia de la enfermedad donde se ha probado la vacuna es Kisumu, situada a orillas del lago Victoria. Según el Ministerio de Sanidad de Kenia, Mutahi Kagwe, además de Kisumu, las regiones de alto riesgo son, entre otras Homa Bay, Migori, Siaya, Kakamega, Bungoma, Vihiga y Bungoma.
Crédito de la nota: Agencia Fides.
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