Sor Paulina es de Saint-Étienne y entró en la Familia Misionera de Notre-Dame en 1991, donde adoptó como patrona a la fundadora de la Propagación de la Fe y el Rosario Viviente. Desde el verano de 2021, está instalada con otras tres hermanas en la casa de Loreto, en la ladera de la colina de Fourvière, en Lyon.
«Al entrar en la comunidad, se me pidió que eligiera una santa o un santo patrón de consagración. Inmediatamente me vino a la mente el nombre de Paulina Jaricot. Era obvio. Cuando era niña, mi abuela me regaló una foto de Paulina Jaricot que coloqué en mi rincón de oración. ¡Puedo decir que crecí con Paulina! Más tarde, quise saber más sobre ella y fui tras sus pasos a Lyon, cuando terminaba mis estudios. En ese momento, pocas personas conocían a Paulina Jaricot y su casa aún no había sido restaurada… Realmente descubrí su vida cuando me hice monja, gracias a los libros que estaban en la biblioteca de la casa madre», cuenta la religiosa.
Sor Paulina explica que lo que más le conmueve de su tocaya es «su generosidad, su celo, su ardor misionero y, por supuesto, su amor por la Eucaristía, la Virgen María y la Iglesia. También me conmueve mucho su entrega total en todas las pruebas por las que pasó, abandonándose a la voluntad de Dios a pesar del sufrimiento».
«Nuestro Padre Fundador», señala Sor Paulina, «estaba convencido de la importancia de crear un espíritu de familia en las parroquias. Como la beata Paulina, pienso que no se puede ser cristiano solo y que se debe apoyar a los sacerdotes cuya misión es cada vez más difícil». Considera que Paulina Jaricot es un modelo a seguir para todos, especialmente para los jóvenes. Experimentó «las tentaciones del mundo, pero también una conversión radical. Como ella, ‘estoy hecha para amar y actuar’. En el corazón de los jóvenes hay mucha generosidad. Sienten la necesidad de darse pero no saben cómo. Que Paulina los ilumine y guíe, ella que tan bien entendió que el impulso de la misión se saca de la vida de oración».
La Familia Misionera de Notre-Dame fue fundada en 1946 por el Padre Lucien-Marie Dorne, con la ayuda de la Madre Marie-Augusta, en Saint-Pierre-du-Colombier, en Ardèche. Está presente principalmente en Francia y, desde agosto de 2021, en la casa de Paulina Jaricot, en Lyon.
Crédito de la nota: OMPRESS.
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