22 noviembre, 2024

El Pacto con los jóvenes: Volver a la economía del Evangelio

El papa Francisco firmó en Asís un Pacto con los jóvenes en el que se comprometen a entregar su vida para que la economía de hoy y de mañana se convierta en una economía regenerada por la Palabra de Dios.

El papa Francisco firmó con un millar de jóvenes procedentes de 120 países y reunidos en Asís para el evento mundial «Economía de Francisco», el Pacto en el que, individualmente y todos juntos, se comprometen a generar una nueva economía: «una economía de paz y no de guerra, una economía que contrasta con la proliferación de armas, especialmente las más destructivas, una economía que cuida la creación y no la saquea».

Al servicio de la persona

Con el pacto firmado en la ciudad de san Francisco, los jóvenes economistas, empresarios y agentes del cambio se comprometen a entregar su vida «para que la economía de hoy y de mañana se convierta en una Economía del Evangelio». «Una economía al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa con cada mujer, hombre, niño, anciano y especialmente con los más frágiles y vulnerables, una economía en la que el cuidado sustituya el descarte y la indiferencia, una economía que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad en la que las piedras descartadas por la mentalidad dominante se conviertan en piedras angulares».

Una economía guiada por la ética

«Una economía que reconoce y tutela el trabajo digno y seguro para todos, en especial para las mujeres, una economía en la que la finanza es amiga y aliada de la economía real y el trabajo y no contra ellos, una economía que sabe valorar y custodiar las culturas y las tradiciones de los pueblos, todas las especies vivientes y los recursos naturales de la Tierra».

«Una economía que combate la miseria en todas sus formas, reduce las desigualdades y sabe decir, con Jesús y con Francisco, “bienaventurados los pobres”, una economía guiada por la ética de la persona y abierta a la trascendencia, una economía que crea riqueza para todos, que genera alegría y no sólo bienestar, porque una felicidad que no se comparte es demasiado poca».

No es una utopía

El Pacto de los jóvenes concluye con un horizonte que ya se ha convertido, para muchos, en un programa de vida: «Nosotros creemos en esta economía. No es una utopía, porque ya la estamos construyendo. Y algunos de nosotros, en mañanas especialmente brillantes, ya hemos vislumbrado el comienzo de la “tierra prometida”». Los jóvenes de la Economía de Francisco se comprometen a generar un cambio. Y desde Asís su visión, que no es una utopía, abraza el mundo.

Crédito de la nota: Vatican News