Esta historia se sitúa en un lugar conocido como Bañado Sur, ubicado en una zona ribereña de la ciudad de Asunción, capital de Paraguay. En este punto fue instalado hace casi cuatro décadas el vertedero Cateura, el mayor depósito de residuos del país. Está en medio de uno de los humedales más ricos en ecosistema y más importantes para la ciudad. Inexplicablemente, su instalación se llevó a cabo pese a que el lugar fue declarado parque nacional y área protegida.
Las personas con menos posibilidades fueron ubicándose en los alrededores y empezaron a vivir de lo que a la gente ya no le servía. Poco a poco se fue construyendo una comunidad que existía en el olvido de las autoridades y de la sociedad en general.
Es aquí en donde el profesor Favio Chávez ideó un proyecto para involucrar a la comunidad bañadense y fundó la orquesta de instrumentos reciclados de Cateura, un trabajo con un fin noble. El principal objetivo es darle una segunda oportunidad a la basura y la primera a muchos de los niños, niñas y adolescentes que pasaron por sus clases de música.
Llegó al vertedero como técnico ambiental, pero su pasión por la música y su talento serían las que tomarían las riendas de su destino. Se encontró con una población en condiciones extremas de pobreza y quiso enseñar música pero se encontró con la dificultad de adquirir instrumentos que los estudiantes pudieran llevar a la casa para seguir practicando. Fue entonces que empezaron a construir instrumentos de cuerda, percusión y de viento a base de objetos reciclados directamente del vertedero.
Es así que desde el año 2006 empezó a enseñar música con instrumentos reciclados y a darle otra ocupación a los niños que estaban atrapados por el trabajo infantil y jóvenes que empezaban a pertenecer a pandillas.
El profesor Favio tiene muy claro que la basura no precisamente es sinónimo de inutilidad, sino al contrario, existen empresas que generan puestos de trabajo para muchas personas con la conversión de residuos y, en el caso de la orquesta, esos residuos son elementos fundamentales para ejercer la función de transformación social.
Convencido totalmente de que reciclar es darle una nueva oportunidad a algo, el profesor Favio relató que ese es el concepto que aplica con los integrantes de este proyecto que por cuestiones de la vida fueron a parar en ese lugar.
El Papa, en la encíclica Laudato si´, llama a «limitar al máximo el uso de recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar». La orquesta de instrumentos reciclados de Cateura, lo tiene completamente claro, incluso antes de la aparición de la encíclica bíblica de Francisco.
Crédito de la nota: Vatican News.
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