¿Sabías que, en Mongolia, los que han conocido a Jesús son una minoría? Únicamente mil 500 bautizados.
El padre James explica que, poco a poco, con perseverancia, comienza a existir un interés por el cristianismo. El año pasado la Iglesia católica de Mongolia celebró los 30 años de presencia en el país. Actualmente, hay nueve parroquias, algunas muy pequeñas y hay varias escuelas y proyectos de obra social.
La comunidad misionera está formada por 75 misioneros, que representan a 10 congregaciones religiosas y 27 nacionalidades, haciéndola una comunidad verdaderamente internacional. Hay 29 sacerdotes, de los cuales dos son locales, 36 religiosas, seis religiosos no sacerdotes y tres misioneros laicos. Hay cuatro sacerdotes de Corea del Sur que están viviendo una experiencia temporal.
Entre los desafíos que enfrentan los misioneros, afirmó, es el clima invernal, las temperaturas bajísimas de -40 grados. Además, el idioma mongol es muy difícil de aprender.
Es interesante conocer la realidad de un país que nos parece lejano, pero que sigue necesitando de misioneros, así como de nuestras oraciones. Esperemos que la visita del papa Francisco nos haga investigar y conocer aquellos lugares en los que los cristianos son pocos, pero con un corazón dispuesto a seguirse encontrando con Jesús.
Crédito de la nota: Vatican News
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