Con este espíritu y con estos sentimientos, los jóvenes del «Indian Catholic Youth Movement» (ICYM) han lanzado su quinta conferencia nacional en un lugar muy significativo, la ciudad de Guwahati, en el estado indio de Assam, al noreste de la India. En Assam, como ha informado el arzobispo emérito Thomas Menamparampil, se perciben fuertes ecos del conflicto de la vecina Manipur, un estado asolado por la violencia interétnica. Cinco meses después del inicio del conflicto, que estalló el 3 de mayo entre grupos de las etnias kuki y meitei, se calcula que ha habido 200 muertos y 60 mil desplazados internos. Las poblaciones locales siguen planteando cuestiones de justicia, que están en la raíz del estallido de violencia, que permanecen en el trasfondo y pueden seguir generando tensiones y enfrentamientos.
Jóvenes indios de distintos estados, etnias y culturas, con su testimonio de convivencia y armonía, quieren lanzar un mensaje de paz en la atormentada región del «noreste de la India». En la convención participan activamente 450 delegados diocesanos de 132 diócesis de toda la India, en representación de 14 regiones de la nación. Les acompañan y dirigen el arzobispo de Guwahati, John Moolachira, y el obispo de Bareilly y presidente de la Comisión de Juventud de la Conferencia de Obispos Latinos de la India, Ignatius D’Souza.
Como ha señalado el padre Stephen Alathara, vicesecretario general de la Conferencia Episcopal Latina de la India, los jóvenes han mostrado inmediatamente sus tradiciones únicas y su diversidad cultural, esforzándose por implicar a la juventud local y «contagiar a la sociedad con su entusiasmo, llevando una atmósfera de paz y alegría a todo el país».
De hecho, las 15 diócesis de la región nororiental de la India son las protagonistas del encuentro, que también pretende ofrecer un mensaje de esperanza a nivel social y político: en presencia de representantes políticos locales, los jóvenes católicos han pedido un compromiso serio y duradero para proteger el mayor bien, la paz. Este mensaje toca a la nación india, pero también, mirando hacia el exterior, al mundo entero: de hecho, la conferencia se clausurará el 27 de octubre y los jóvenes, en comunión con el Papa y la Iglesia universal, se unirán a la oración por la paz en Oriente Medio, comprometiéndose a ser, en cualquier circunstancia, «artífices y constructores de paz» y solidarizándose profundamente con los jóvenes de Israel y Palestina.
El noreste de India es una zona muy inestable, atravesada por numerosos conflictos, sobre todo entre distintas tribus y grupos étnicos, pero también con fermentos de rebelión contra las formas de gobierno establecidas. A menudo se acusa al gobierno federal indio de explotar los recursos locales (minerales, té, madera y petróleo) sin dar nada a cambio a la población local.
Una presencia reconocida como significativa en la región es el «Equipo de Paz», creado por el arzobispo emérito Thomas Menamparampil. En más de 20 años de actividad, el equipo ha mediado con éxito en numerosos casos de disputas étnicas, tribales, religiosas, políticas y sociales.
Crédito de la nota: Agencia Fides.
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