24 noviembre, 2024

La naturaleza transmite mensajes preciosos para el hombre

El papa Francisco recibió a los participantes en el Congreso organizado por Vinitaly, titulado «La economía de Francisco y el mundo del vino italiano», a quienes les recordó la importancia de seguir los valores de respeto y humanidad en la vida y en la gestión de la creación.

Respeto y humanidad son valores que, del mismo modo que se aplican al uso que se hace de la tierra, son fundamentales para todos los aspectos que conciernen a la dimensión humana, que debe asimilar los preciosos mensajes enviados por la naturaleza. El Santo Padre se reunió con los participantes en el Congreso organizado por Vinitaly sobre «La economía de Francisco y el mundo del vino italiano», a quienes señaló la indispensable necesidad de proteger la Creación dada por Dios al hombre.

«El respeto, la perseverancia, la capacidad de podar para dar fruto: son mensajes preciosos para el alma, que se aprenden bien de los ritmos de la naturaleza, de la vid y de la elaboración».

Se trata de una infinidad de competencias, sólo en parte transmisibles de manera técnica, pero a menudo vinculadas a la puesta en común de un saber práctico, vital, a una experiencia concreta que hay que adquirir sobre el terreno, de una manera tanto más fecunda cuanto más se deja uno implicar en la dimensión humana de lo que hace.

Los dones de Dios al hombre

El vino, la tierra, la capacidad agrícola y empresarial, son dones de Dios confiados al hombre, añadió Francisco, para que éste, con honestidad y sensibilidad, pueda hacer de ellos «una verdadera fuente de alegría para ‘el corazón del hombre’ (cf. Sal 104, 15), y de todo hombre, no sólo de los que tienen más posibilidades».

«Gracias, pues, por elegir inspirar su actividad en sentimientos de concordia, ayuda a los más débiles y respeto a la creación, como enseña Francisco de Asís»

Respeto y humanidad

«Para obtener un producto de calidad, no basta con aplicar técnicas industriales y lógicas comerciales; el suelo, la vid, los procesos de cultivo, fermentación y maduración requieren perseverancia, atención y paciencia», señaló Francisco.

Por ello, les dijo el Papa, el respeto y la humanidad son también decisivos «en la gestión del trabajo, en la protección de las personas y en el consumo de los productos, para hacer madurar a las personas y a las empresas».

Crédito de la nota: Vatican News.