Un gran encuentro eclesial cuyos protagonistas son los pequeños y que reaviva en todos la esperanza en el futuro para la Iglesia y para la sociedad humana. Así, el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la cultura y la educación, subrayó el valor de la Jornada Mundial del Niño, que se celebrará en Roma los días 25 y 26 de mayo. Al presentarlo a los periodistas este 16 de mayo, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el cardenal recordó que los valores de libertad, respeto mutuo y solidaridad se pueden transmitir y vivir desde una edad temprana. En este sentido, la Jornada quiere ofrecer un signo de comunión y una «profecía» de unidad y paz.
Iniciativas en las distintas Iglesias locales
El cardenal explicó que durante los dos días muchos grupos, asociaciones y personas se reunirán en Roma; pero el evento incluye también iniciativas a nivel diocesano, dejadas a la creatividad de las distintas Iglesias locales. La intención es involucrar a toda la comunidad eclesial, para que el encuentro constituya una invitación a todos a ser como niños para captar las innovaciones suscitadas por el Espíritu. Posteriormente, el padre Enzo Fortunato, coordinador de la Jornada, subrayó el «alcance global» del evento, que representa un «contrapunto de esperanza y una señal para los caudillos».
«Queremos mirar el mundo a través de los ojos de los niños, que son la esperanza del pueblo, su futuro». La sencillez de su corazón, observó, «es un don de Dios y, para quien sabe acogerlo, la posibilidad de la paz». Es, esencialmente, una respuesta a la triste situación de muchos niños que son explotados, heridos, hechos sufrir, sin comida ni agua, adoctrinados en la violencia, a quienes no se les da pan, sino un arma, no la palabra de amor, sino odiar.
El programa
A continuación, el franciscano conventual explicó el programa del encuentro. En la mañana del primer día se inaugurará la Aldea Infantil y posteriormente el Estadio Olímpico. Carlo Conti encabezará el evento, que comenzará con una procesión de niños vestidos con trajes tradicionales, en representación de 101 naciones, para llevar su mensaje de paz.
Seguirá el saludo del cardenal de Mendonça y la interpretación del himno del evento, preparado por el maestro Marco Frisina e interpretado por el coro Zecchino d’Oro y los corales de la Galassia dell’Antoniano, para un total de aproximadamente mil 500 niños cantantes.
Luego actuarán algunos pequeños y grandes artistas como Renato Zero, Al Bano, Orietta Berti, Carolina Benvenga. A esto le seguirán espectáculos, cantos, reflexiones, así como reflexiones y testimonios espirituales. Intervendrán, entre otros, Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, Lino Banfi, el director Matteo Garrone y el protagonista de su última película «Io Capitano», el senegalés Seydou Sarr.
El Papa en el Estadio Olímpico
Por la tarde se espera la llegada del papa Francisco al estadio. Después del momento de bienvenida, Francisco responderá a las preguntas de los representantes de los niños de todo el mundo. A continuación, tendrá lugar un partido de fútbol de cinco minutos de duración entre niños y algunos futbolistas de fama internacional, capitaneado por el portero Gianluigi Buffon. Será el propio Pontífice quien dará la patada de inicio. Seguirá un espectáculo del Cirque du soleil. El evento será transmitido en vivo.
La Misa en San Pedro
El domingo 26 de mayo, en la Plaza de San Pedro, la Misa d el Papa estará precedida por la entrada de algunos niños vestidos con trajes tradicionales y, tras el recitado del Regina Caeli, Roberto Benigni dará vida a un monólogo que concluir el día. Por su parte, Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de San Egidio, destacó el tema de la paz, que surgió a través de dibujos, cartas y obras creadas por los propios niños, que repiten insistentemente el mensaje de que sólo el papa Francisco puede ayudar a la humanidad a reconciliarse consigo misma.
Impagliazzo explicó que muchos de los niños presentes llegaron a Italia a través de corredores humanitarios. Algunos de ellos proceden de la República Democrática del Congo, otros de Afganistán y otros de Siria. Entre ellos hay niños de 7 a 11 años que nunca han ido a la escuela porque nacieron en un campo de refugiados, en Uganda, Kenia, Líbano o Etiopía; pero también ucranianos que desde el comienzo de la guerra son huéspedes de familias de San Egidio y de parroquias italianas.
También estará presente una delegación de Gaza, con algunos niños heridos, que llegaron gracias a la misión humanitaria del gobierno italiano y acogidos por la propia Comunidad. Este día, concluyó Impagliazzo, está llamado a dar respuesta a una pregunta lacerante: si la humanidad se está acostumbrando al sufrimiento de los niños.
El testimonio de dos estudiantes
Luego fue el turno de dos jóvenes estudiantes que ofrecieron su testimonio: Hanna Imordi, de Nigeria, y Rahila Saya, de Afganistán, que siguen el programa de Humanidades Globales de la Universidad La Sapienza de Roma. Los primeros llegaron a Italia a través del Mediterráneo hace seis años; la segunda es una refugiada que intenta dar voz a las mujeres de su país.
Finalmente, Aldo Cagnoli, coordinador adjunto de la Jornada, subrayó que este evento se convierte en un camino y traza una vía para seguir adelante. Anteriormente intervinieron Francesco Rocca, presidente de la región del Lacio, ilustrando algunos aspectos logísticos relacionados con la asistencia y el transporte de los niños, y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, que subrayó el compromiso asumido de colaborar en la organización del evento. Finalmente, el presidente de «Deporte y Salud», Marco Mezzaroma, aseguró haber aceptado con alegría la invitación de poner a disposición de la Jornada el estadio Olímpico y el parque del Foro Itálico.
Crédito de la nota: Vatican News.
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