3 diciembre, 2024

Defender el futuro: No a la baja de edad de imputabilidad en Argentina

La Pastoral Carcelaria Argentina, el 8 de agosto, publicó un comunicado donde se expresaba la oposición a la reducción de la edad de imputabilidad a 13 años, abogando por un enfoque integral que promueva el desarrollo juvenil sin recortar derechos fundamentales, esto significaría que los adolescentes podrían ser juzgados como adultos.

En el marco del debate parlamentario sobre la posibilidad de reducir la edad de imputabilidad a 13 años, la Pastoral Carcelaria emitió una declaración en contra: «Consideramos que es necesario un nuevo régimen penal juvenil, que acompañe y promueva integralmente el desarrollo de los menores, pero sin bajar la edad mínima de imputabilidad». Según esta entidad, que trabaja directamente con menores infractores de la ley y conoce la realidad carcelaria, la solución no pasa por encarcelar a los jóvenes a edades más tempranas.

La necesidad de un nuevo régimen penal juvenil

La Pastoral Carcelaria subraya la importancia de desarrollar un nuevo régimen penal juvenil que acompañe y promueva integralmente el desarrollo de los menores, sin reducir la edad mínima de imputabilidad. Existe un recorrido social desde la concepción hasta la comisión de un delito, y es responsabilidad de la sociedad en su conjunto prevenir estas conductas.

La reflexión pone de manifiesto la ausencia de actores fundamentales en momentos decisivos de la vida de los jóvenes: la familia, el Estado, la escuela, la Iglesia y la comunidad. La alta tasa de inequidad, exclusión y pobreza se relaciona directamente con la alta incidencia de conflictos con la ley penal.

Es crucial considerar el proceso completo de desarrollo cognitivo y psicológico de una persona, que continúa hasta los 18 o 19 años. Reducir la edad de imputabilidad ignora este desarrollo incompleto y puede tener consecuencias negativas a largo plazo.

Prevención integral

Para abordar el problema de la delincuencia juvenil de manera efectiva, es necesario realizar un relevamiento integral que abarque los ámbitos social, cultural, familiar y económico de los menores. Esto permitirá al Estado intervenir de manera más efectiva y promover un trabajo de prevención urgente, contando con un presupuesto adecuado y profesionales comprometidos.

La Pastoral Carcelaria se cuestiona si un criminal nace o se hace, y enfatiza la necesidad de acompañar y guiar a los jóvenes hacia un futuro prometedor. La creatividad, sueños, valentía y alegría de los jóvenes son vitales para una sociedad justa y solidaria.

La entidad rechaza la idea de que el encierro, penas más duras o la baja de la imputabilidad sean soluciones efectivas para detener la violencia. Estas son medidas superficiales que no abordan las raíces del problema y no ofrecen una solución sostenible a largo plazo.

Apoyo a normativas internacionales

Las estadísticas muestran que los delitos cometidos por adolescentes entre 14 y 16 años representan un porcentaje muy bajo del total de delitos en el país. Además, organismos internacionales como Unicef y la ONU recomiendan mantener una edad mínima alta para la imputabilidad, protegiendo los derechos de los menores.

Monseñor Jorge Lozano y otros obispos han expresado su negativa a la posibilidad de reducir la edad de imputabilidad. La Iglesia Católica insiste en la prevención y en la necesidad de pensar con esperanza en el futuro de los niños y jóvenes.

Desde su perspectiva cristiana y su compromiso con la realidad carcelaria, la Pastoral Carcelaria Argentina reafirma su «No a la baja de la edad de la imputabilidad». Continuarán abogando por una vida nueva para todos, en un mundo de hermanos con iguales oportunidades para crecer y prosperar.

Crédito de la nota: Vatican News

Foto: UNICEF Argentina