9 marzo, 2025

Arrestan a activista que enseñaba a niños en Afganistán

Wazir Khan fue detenido por algunos funcionarios y trasladado a un lugar desconocido. El joven, fundador de la asociación «Today Child», se dedica a la educación itinerante de niños. Existe preocupación de familiares y organizaciones de derechos humanos.

Su teléfono permanece en silencio. Ya ni siquiera responde a los mensajes. Cuando los medios de comunicación de El Vaticano intentan contactar con él, tienen que enfrentarse a la evidencia: Wazir Khan ha desaparecido. O, mejor dicho, hecho desaparecer por algunos dirigentes funcionarios de la inteligencia talibán que, en Afganistán, controlan y sancionan cualquier idea que no coincida con las del gobierno e, impuestas con puño de hierro en el país, uno de los más pobres del mundo y del propio continente asiático.

La poca información de primera mano que podemos obtener de la familia es fragmentaria y preocupante. Según informes, el joven fue sacado de su residencia en la capital, Kabul, y llevado a un lugar no revelado por cuatro agentes locales que lo arrastraron esposado y con los ojos vendados.

La detención se remonta al 24 de febrero, pero la noticia no ha hecho más que difundirse en estas horas, dejando contenida la respiración a quienes conocen bien a este joven de 25 años de sonrisa contagiosa. Implicado desde hace años en la educación de niñas y niños con una escuela itinerante al aire libre, ha llegado hasta los pueblos y provincias más remotos y aislados.

La hipótesis más plausible es que su lucha por la educación de las niñas le costó el rechazo de los talibanes, que tampoco vieron con buenos ojos el activismo de «Today Child», la asociación sin ánimo de lucro creada por Wazir para recaudar fondos para comprar libros y material escolar. Una trágica paradoja en una nación donde la mitad de la población no sabe leer ni escribir.

«El gobierno debería premiar a gente así, pero en cambio los silencia», denunciaron algunas organizaciones de derechos humanos que han pedido la liberación inmediata del joven, esperando una movilización internacional.

En una reciente entrevista con los medios de El Vaticano, Wazir Khan contó su historia como musulmán practicante con el deseo de emancipar a esos niños y niñas a través del conocimiento y la cultura que hace libres a mujeres y hombres. «Sé –dijo en aquella ocasión– que todo esto es riesgoso para mi vida, pero no estoy haciendo nada malo. Sin educación, el desarrollo de Afganistán es imposible».

Crédito de la nota: Vatican News